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Monday, August 16, 2010

El cambio climático nos afecta

Los reportes diarios del estado del tiempo, presentados alegremente con gráficos coloridos y animación de última generación, parecen transmitir cada vez más información.

Sin embargo, sin importar cuán llamativa sea la presentación, un hecho fundamental es sistemáticamente omitido. Imagínense si, luego de remarcar la expresión “condiciones climáticas extremas” para llamar nuestra atención, los informes remarcaran “calentamiento global”. Entonces no sólo nos enteraríamos de que debemos ponernos ropa más liviana o llevar paraguas, sino de que tenemos que hacer algo acerca del cambio climático.

Le planteé esta inquietud a Jeff Masters, cofundador y director de meteorología de Weather Underground, un servicio de información meteorológica en Internet. Masters escribe un blog sobre el clima que tiene muchos lectores y no evita vincular las condiciones meteorológicas extremas con el cambio climático:

“Calor, calor, calor es el nombre del juego este año en el planeta Tierra”, dice el meteorólogo Jeff Masters, mientras el mundo está afectado por eventos climatológicos extremos que han provocado la muerte de miles de personas y el desplazamiento de millones.

Los incendios forestales en Rusia cubrieron al país de humo, exacerbando lo que ha sido el verano más caluroso en ese país en los últimos mil años. Las lluvias torrenciales en Asia provocaron grandes inundaciones y deslizamientos de tierra mortales en Pakistán, Cachemira, Afganistán y China. Un gran bloque de hielo se desprendió de Groenlandia, dejando una isla de hielo de cuatro veces el tamaño de Manhattan navegando en el océano. La sequía amenaza a Níger y a la región africana de Sahel.

Masters relaciona las crudas estadísticas entre sí:

  • En 2010 se han registrado temperaturas máximas históricas en más países en el mundo en un solo año: 17.
  • La última década fue la más calurosa de la que se tiene registro.
  • La primera mitad de 2010 fue el semestre más caluroso en la historia del planeta.
  • Los cinco meses más calurosos de la historia en la zona tropical del Atlántico ocurrieron este año (lo que probablemente provocará huracanes más frecuentes y severos en el océano Atlántico).

“Cada vez tendremos más años como este, en los que suceden acontecimientos de una magnitud increíble que provocan muertes y una destrucción tremenda. Lo que me preocupa es que en la medida en que estas condiciones climáticas extremas continúen aumentando en las próximas décadas y aumente la población, la capacidad de la comunidad internacional de responder a estos desastres y brindar ayuda a las víctimas se verá forzada al límite”.

Y, sin embargo, las negociaciones de la ONU sobre cambio climático parecen dirigirse al fracaso.

Cuando las negociaciones sobre el clima que se estaban llevando a cabo en Copenhague en diciembre del año pasado llegaron a un punto muerto, luego de que las naciones industrializadas encabezadas por Estados Unidos ofrecieron un acuerdo del tipo de 'tómenlo o déjenlo', muchos países en desarrollo decidieron dejarlo. El llamado Acuerdo de Copenhague se ve como un documento débil y no vinculante que fue impuesto a los países más pobres como una estratagema para permitir a los países como Estados Unidos, Canadá y China escapar a las metas legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero estipuladas en el Protocolo de Kioto, que debe renovarse en 2012.

Bolivia, por ejemplo, busca un acuerdo mundial sobre emisiones más agresivo. Está pidiendo límites estrictos a las emisiones, legalmente vinculantes, en lugar de las metas voluntarias establecidas en el Acuerdo de Copenhague. Luego de que Bolivia se negó a firmar el acuerdo, Estados Unidos le retiró millones de dólares de los prometidos en ayuda. El embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, me dijo: “Dijeron que nosotros no apoyamos el Acuerdo de Copenhague, y nosotros dijimos: 'Pueden quedarse con el dinero. No vamos a pelear por unas monedas. Estamos luchando por la vida'”.

Si bien Bolivia logró que se aprobara una resolución en la ONU el mes pasado que reconoce al agua y el saneamiento como un derecho humano, algo sin precedentes para este órgano internacional, esto no cambia el hecho de que a medida que se derriten los glaciares de Bolivia como consecuencia del cambio climático, su suministro de agua está bajo amenaza.

Las naciones insulares del Pacífico como Tuvalu podrían desaparecer del planeta si los niveles del mar continúan en aumento, lo cual es otra consecuencia del calentamiento global.

La próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático tendrá lugar en Cancún, México, en diciembre. Las perspectivas de lograr allí un consenso mundial con compromisos vinculantes parecen cada vez más improbables. En definitiva, la política de Estados Unidos, el mayor contaminador en la historia de la humanidad, debe cambiar. Esto solamente sucederá si la gente en Estados Unidos hace la conexión necesaria entre nuestro clima local y el cambio climático mundial. ¿Qué mejor manera que a través del repiqueteo diario de los pronósticos del tiempo? El meteorólogo Jeff Masters me explicó cuál es el meollo del problema:

“Muchos meteorólogos de la televisión son muy escépticos, no creen realmente que el cambio climático sea provocado por el hombre. Fueron seducidos por la opinión impuesta por la industria de los combustibles fósiles de que los humanos no somos realmente responsables, y pueden inventar todo tipo de excusas. No sé si las has escuchado todas: que los científicos del clima están haciendo esto para captar atención y dinero para investigación, que los registros de temperatura son alterados porque las islas de calor afectan a las ciudades, y así. Pero todo eso es solo propaganda impuesta por las relaciones públicas de la industria de los combustibles fósiles, y han convencido a muchos meteorólogos de la televisión de que eso es así. Entonces, es un camino difícil porque estamos librando una batalla contra un enemigo que está muy bien financiado, y que está decidido a desinformar sobre lo que dice la verdadera ciencia”.

Quizá debería ser un meteorólogo quien diga hacia dónde sopla el viento.

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 250 en español. Es coautora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español

Friday, August 13, 2010

Transgénicos: ¿Conoces el síndrome del Titanic?

Los alimentos transgénicos conforman un suculento negocio. Pese a que ya están en el mercado todavía no se han estudiado por completo las repercusiones que su producción y consumo pueden tener sobre el ser humano y los entornos naturales en los que se siembran sus cosechas.

Suiza aprobó en referéndum en el año 2005 una moratoria sobre cultivos transgénicos que ahora prorroga hasta 2013 para poder completar las investigaciones que están realizando sobre estas variedades.

En la India se acaba de aprobar una moratoria sobre el cultivo de variedades transgénicas de berenjena Bt “hasta que estudios científicos independientes aclaren la seguridad de estas variedades desde el punto de vista de su impacto a largo plazo sobre la salud humana y sobre el medio”. En el ámbito de la salud, la agencia sudafricana que vela por la calidad de la publicidad obligó en el 2007 a la empresa Monsanto a retirar un anuncio en el que afirmaba que no se habían detectado problemas con los alimentos transgénicos.

Tenía buenas razones para hacerlo, pues decir que “no se han demostrado efectos negativos de las variedades transgénicas sobre la salud humana” implica obviar varias cuestiones. Por un lado, son las empresas que comercializan estas variedades las que deben hacer los estudios suficientes para garantizar, mínimamente, su seguridad. J. L. Domingo, profesor de Toxicología de la Universitat Rovira i Virgili, ya denunció en un trabajo publicado en Science que no existían los estudios suficientes que dieran esas garantías.

La propia Comisión Europea reconocía que, sobre los transgénicos, “algunos temas no se han estudiado en absoluto”. Por otro lado, no se ha realizado ningún estudio que analice los posibles efectos sobre las personas. Sí existen algunos estudios de laboratorio con ratones, y éstos muestran algunos problemas para la salud: envejecimiento prematuro del hígado con soja transgénica resistente al herbicida glifosato, y problemas en hígado y riñones y de reacciones alergénicas con el maíz Bt.

Si algo caracteriza la cuestión de los transgénicos es la falta de rigor con el que las autoridades de seguridad alimentaria han dado el beneplácito a estas variedades aplicando una “estricta normativa”. Cabría definir cuál es el riesgo que la sociedad está dispuesta a asumir en relación a los cultivos transgénicos. Para ello, lo primero es preguntarse: ¿para qué queremos los cultivos transgénicos? ¿Con qué objetivos los plantamos? ¿Qué impactos negativos tiene su cultivo, tanto en términos sociales como ecológicos y para la salud? Y para conseguir esos objetivos, ¿existen otras alternativas más seguras? Y a igual riesgo, ¿existen otras alternativas más baratas? Más que ir en contra del avance científico, nos permitiría hacer más ciencia.

En la actualidad, los transgénicos no solucionan ninguna necesidad social ni ecológica. La idea de producir medicinas en plantas no supone producir nuevas medicinas, sino sólo trasladar el proceso desde un laboratorio, relativamente cerrado y controlado, al campo, ese espacio abierto e incontrolado por antonomasia. Para estos problemas sociales y ambientales existen otras soluciones que implican cambios en el ámbito político, pero son soluciones más baratas, más seguras y más justas.

Se han hecho aportaciones para resolver el problema del hambre desde el ámbito de las ciencias sociales y políticas. También desde las ciencias ambientales se proponen soluciones que, sin los cultivos transgénicos, permitirían mitigar y adaptar a los pueblos a nuevas condiciones climáticas. Si algo caracteriza a las semillas transgénicas es el oscurantismo, el pensar las soluciones “desde arriba”, sin contar con las personas potenciales beneficiarias de sus “magníficas cualidades”, o sin las aportaciones de otras ramas científicas o de la sociedad para analizar la realidad desde otras perspectivas.

Los transgénicos han recibido la bendición de todas las instituciones (i)responsables bajo el manto de una “tecnología punta” y de una “ciencia sólida” y supuestamente monolítica en su apoyo a esta tecnología. Algunos se suben a este barco porque la “tecnocracia” es decir, la creencia de que la tecnología aportará la solución a todos nuestros problemas, es la religión de nuestros días. Otros porque es su negocio. Y los de la bodega, porque creen que este barco les sacará de su miseria actual. Cuando el barco se esté hundiendo, aquéllos seguirán sin dejarles salir a flote. Un ejemplo, en España podemos encontrar semilla de maíz transgénico igual o más barata que la de variedades convencionales.

La misma táctica que las grandes superficies comerciales: vender por debajo del precio de coste para inundar el mercado. Pero ¿qué pasará el día que tengan aún más controlado el mercado de semillas? En Illinois el precio de la semilla de soja se ha triplicado desde el año 2000 mientras que las producciones han aumentado menos del 1%.


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Thursday, August 12, 2010

Contradice táctica energética de Calderón su discurso de cambio climático




La estrategia energética hacia la próxima década se encuentra en franca contradicción con el discurso presidencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, informó Greenpeace añadiendo que México está permitiendo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aumente el uso del carbón para la generación de energía por razones económicas, sin importar que ese combustible fósil genera una gran cantidad de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero.

"El POISE (Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico) planea para 2024 altas inversiones destinadas a centrales carboeléctricas a partir del año 2018 y hasta 2024. Las inversiones para energías renovables, como la eólica, representan apenas la mitad de los fondos destinados a promover más carbón", indicó la organización ambientalista.

"En cuanto a otro tipo de energías renovables, como la solar, ni siquiera se encuentra contemplada dentro del plan de CFE para incrementar su participación dentro de la matriz energética nacional", recalcó Greenpeace.

"México, que pretende tener un liderazgo en el combate contra el cambio climático durante la cumbre del clima de Naciones Unidas, a realizarse en noviembre próximo en Cancún, está dando pasos en contra de lograr ese objetivo al permitir que la Comisión Federal de Electricidad aumente el uso del carbón para la generación de energía por razones económicas, sin importar que este combustible fósil genere una gran cantidad de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero (GEI) que provoca el cambio climático", resaltó el organismo ambientalista en el documento titulado "Golea CFE a México y contribuye al cambio climático".

Destacó que "CFE ha sido distinguida en seis ocasiones con el Premio Nacional de Calidad y haber sido acreedora al premio internacional Corporate Award 2010 como reconocimiento a su compromiso continuo con la sustentabilidad, la protección del medio ambiente y la responsabilidad social. Sin embargo, la paraestatal dista mucho de ser una empresa de clase mundial, si se considera que su contribución en el sector eléctrico mexicano incluye incrementar el calentamiento global del planeta".


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Clima desbocado hacia Cancún




Calor inusitado, inundaciones, sequías y huracanes cada vez más frecuentes e intensos. ¿Ya escuchó esas noticias? Cuando se estrechan las opciones para negociar un pacto mundial contra el cambio climático, la ONU insiste en señalar la emergencia de "condiciones extremas".

Una mirada al clima global da señales de esas "condiciones extremas". En los Andes sudamericanos, las nevadas del actual invierno austral fueron tan intensas que mataron a cientos de personas. Pero, al mismo tiempo, los glaciares peruanos y bolivianos se derriten irremediablemente.

En Pakistán y otras regiones de Asia central, prolongadas lluvias torrenciales causaron inundaciones igualmente mortales.

En toda Europa y en América del Norte, el presente verano boreal azota con temperaturas elevadas, de más de 35 grados, que se mantienen constantes.

En Rusia, la prolongada canícula, con jornadas de hasta 40 grados, junto con una sequía extrema, provocó a finales de julio y principios de agosto incendios gigantescos alrededor de la capital y en otras seis regiones del país, obligando al gobierno a declarar el estado de emergencia.

El calor, la sequía y el fuego mataron a unas 2,000 personas, destruyeron miles de viviendas y unos 10 millones de hectáreas de cultivos.

"El techo de la casa de la humanidad está ardiendo", dijo un activista ambiental que asistió en Bonn a la tercera ronda de negociaciones preparatorias de la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16), que se celebrará en noviembre y diciembre en México.

En los corredores del gigantesco Hotel Maritim de esta ciudad alemana donde se llevó a cabo la reunión, entre el 2 y el 6 de este mes, abundaban los afiches sobre las consecuencias del calentamiento global.

Según la agencia espacial estadounidense (NASA) las altas temperaturas medias registradas entre marzo y junio en el planeta hicieron historia: fue el periodo más caluroso registrado en los últimos 130 años.

Aparte de las catástrofes, el calentamiento global tiene otras consecuencias desastrosas. En Europa, gobiernos y empresarios temen que la canícula y la sequía conduzcan a enormes pérdidas agrícolas.

"La cosecha de granos y cereales de este año perderá alrededor de 10 por ciento, unos 25 millones de toneladas", dijo a Tierramérica uno de los comerciantes de productos agrícolas más importantes de Alemania, Ludwig Höchstetter, director de BayWa. Estas pérdidas representan escasez de alimentos, alza de precios e inseguridad alimentaria.

La nueva secretaria ejecutiva de la Convención Marco, Christiana Figueres, recordó una vez más a los gobiernos de los países industriales su "responsabilidad este año de dar el paso esencial en la batalla contra el cambio climático".

En la conferencia que se llevará a cabo en la ciudad turística mexicana de Cancún, los gobiernos deberían aprobar un acuerdo vinculante que regule la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero causantes del recalentamiento a partir de 2012, cuando expire el primer periodo de obligaciones del Protocolo de Kyoto.

"Necesitamos estabilizar las emisiones antes de 2030, y reducirlas en 50 por ciento antes de 2050" para limitar el aumento medio de la temperatura global a dos grados respecto de las mediciones de la era preindustrial, dijo Figueres a Tierramérica.

Pero el mundo enfrenta una paradoja: por un lado, necesitará satisfacer la creciente demanda de energía, especialmente en los países en desarrollo. Por otro, debe evitar el aumento de las emisiones provocadas por la quema de combustibles fósiles, como el petróleo.

Para generar energía limpia y crear una economía de baja intensidad de carbono, la Secretaría de la Convención estima necesarias inversiones de unos 20 billones de dólares. Más de la mitad de esos fondos deberían favorecer a los países en desarrollo.

La suma es relativamente baja, comparada con lo que costará la mitigación del cambio climático. "Por un dólar invertido en generar energía limpia en los países en desarrollo, el mundo se ahorraría unos siete dólares de costos de mitigación" dijo Figueres. La responsabilidad de reducir los gases invernadero "recae en los países industrializados", dijo a Tierramérica en Bonn el representante especial de China para el cambio climático, Huang Huikang.

"En los últimos 200 años, los países industriales, con su modo de producción y de vida, han provocado una gran acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera", recordó Huang. "La responsabilidad histórica y moral de los países industrializados es muy clara".

Aunque Huang no mencionó a Estados Unidos, su mensaje estaba dirigido a Washington. Ese país aún tiene la mayor cantidad de emisiones de gases invernadero por habitante, pero el gobierno se niega a ratificar el Protocolo de Kyoto y el Senado abortó a fines de julio una iniciativa de ley contra el cambio climático.

La cuestión de que Washington no asuma responsabilidades ambientales globales continúa bloqueando las negociaciones hacia Cancún, a tal punto que expertos y observadores sugieren suspenderlas y buscar canales alternativos.

"Quizás deberíamos simplemente aprobar la prolongación del Protocolo de Kyoto más allá del año 2012", dijo Figueres a Tierramérica. Otros, como Jo Leinen, presidente del comité ambiental del Parlamento Europeo, creen que el marco de la ONU ha demostrado su inutilidad en las negociaciones para combatir el cambio climático.

"Si Cancún fracasa, y todo sugiere que va a fracasar, deberíamos considerar una coalición de países voluntarios, realmente comprometidos con el combate contra el cambio climático", dijo Leinen a Tierramérica. "Esta coalición debería representar al menos 80 por ciento de las emisiones".

Dado que China encabeza la lista de contaminadores, con 23 por ciento de las emisiones globales, seguida de Estados Unidos con 20 por ciento, tal coalición debería incluir a alguna de estas dos naciones. Una misión que, de momento, parece imposible.

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Tuesday, August 3, 2010

Abuela Grillo

Por la familia de Jornadas de paz y dignidad, favor de comparta este cortometraje, mientras nos preparamos para el 2012 dedicado a correr el agua.

Corto animado producido en The Animation Workshop en Viborg, Dinamarca, por The Animation Workshop, Nicobis, Escorzo, y la Comunidad de Animadores Bolivianos, el cual tiene el apoyo del Gobierno de Dinamarca. Animado por 8 animadores bolivianos, dirigido por un francés, musica por la embajadora de bolivia en Francia, compuesta por otro francés, un proyecto danés, ayuda de produccion por un mexicano y una alemana. Adaptado de un mito ayoreo.


Abuella Grillo - THE WATER IS SACRED from armando on Vimeo.

Sunday, August 1, 2010

¡¡El Girasol ha llegado!!


Equipado con 40 paneles con los que capta la energía solar para transformarla en electricidad, llega a México El Girasol, el camión solar de Greenpeace con el que promueve una [R]evolución Energética que reduzca nuestra dependencia de los combustibles fósiles y aproveche la energía limpia que nos regala el sol con el objetivo de mitigar los impactos del calentamiento global e inspirar a la ciudadanía a hacer un uso más racional y eficiente de la energía.

El Girasol tendrá diversas actividades públicas en distintos estados de la República, en cada uno llevará a cabo demostraciones de cómo y en qué se puede utilizar la energía solar en demanda de que los tomadores de decisiones le apuesten a una nueva revolución... la revolución energética.

La ruta de El Girasol inició este domingo 25 de julio en el estado de Aguascalientes donde ha estado presente en bicicleteadas, estadios de fútbol y parques públicos.

A partir la siguiente semana estará en la ciudad de Guadalajara y después partirá a León Gto., Querétaro, Distrito Federal y Zona Metropolitana, Puebla, Veracruz, Tabasco y Mérida para terminar el recorrido en Cancún en el marco de la cumbre del clima que tendrá lugar en este lugar.

Sigue la ruta del Girasol y lee los comentarios de quienes ya vivieron la experiencia de verlo en vivo aquí: http://www.greenpeace.org/mexico/rodandoconelgirasol

Y esperen mas información próximamente sobre el recorrido que hará en la ciudad de México



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